El otoño huele a fines de semana paseando por bosques que van tiñéndose de tonos anaranjados, de sábados tranquilos conectados a la naturaleza, de setas y de atardeceres cada vez más precoces, que se van dilatando en el tiempo y que nos ofrecen pequeños momentos de relax.

Los fines de semana son como el tiempo que transcurre entre la sístole y diástole del corazón, en el que este descansa un instante tan breve que apenas se percibe pero que es vital para su buen funcionamiento. Sin sábados y domingos especiales quizás la semana se nos haría más cargada y extenuante. Tomar un lapso de tiempo de cuidado para sí es suficiente para desembocar en un lunes con motivación.

En Càmping Nàutic L’Ametlla de Mar queremos formar parte de estas mini vacaciones revitalizantes. El otoño es especialmente bello en el Delta del Ebro, con sus migración de aves, su GR l’Ampolla – l’Ametlla a unas temperaturas más refrescantes, el pueblo de l’Ametlla ya más tranquilo pero con la misma amabilidad de siempre y un servicio atento con el cliente para haceros sentir que la vida cobra más sentido cuando te rodeas de sencillez y de lo natural.

Además, este año contamos con un otoño con temperaturas más altas de lo normal y aunque en algunos aspectos este factor sea un inconveniente, en este caso permite seguir disfrutando de nuestras playas a una temperatura confortable.